¿Por qué usar vidrio de baja emisividad? Beneficios para todas las estaciones

En el mundo de la arquitectura contemporánea, así como en la construcción respetuosa con el medio ambiente, los materiales utilizados son fundamentales para aumentar el confort y ahorrar energía. Entre estos materiales se encuentra el vidrio de baja emisividad, también conocido comoVidrio de baja emisividad. Lo que diferencia a este tipo de vidrio de otros es su excepcional capacidad para mejorar significativamente los valores de aislamiento de las ventanas. En este artículo, exploraremos por qué tanto los propietarios de viviendas como los arquitectos prefieren el vidrio de baja emisividad sobre cualquier otra opción al ver cómo nos ayuda a mantenernos cómodos durante todo el año.

1. Mejor aislamiento térmico

En el acristalamiento de baja emitancia se ha incorporado una fina película que refleja el calor de vuelta a una habitación o lo deja salir a la zona circundante, dependiendo de si se refiere al invierno o al verano. De este modo, dicha barrera térmica evita la pérdida o ganancia sustancial de calor a través de las ventanas, reduciendo así las demandas de calefacción y refrigeración provocadas por las fluctuaciones de las temperaturas exteriores; Por lo tanto, las personas pueden esperar que su clima interior nunca cambie mucho durante el año, independientemente de las condiciones climáticas que prevalezcan en el exterior.

2. Ahorro de energía

Este tipo de vidrio reduce el frío durante el invierno y evita el exceso de calor en verano, reduciendo así el uso de energía. Las casas con este tipo de ventanas necesitan menos calefacción o refrigeración artificial, lo que conduce a facturas de servicios públicos más bajas, además de ser respetuosas con el medio ambiente debido a la reducción de las emisiones que vienen con el menor consumo de combustible necesario para el funcionamiento de los sistemas HVAC; Por lo tanto, muchos estándares de construcción ecológica requieren el uso de los mismos.

3. Protección contra los rayos UV

Vale la pena mencionar que algunos recubrimientos utilizados en vidrios de baja emisividad bloquean más de la mitad de la radiación, pero aún así permiten que la luz visible los atraviese sin ningún obstáculo para no dañar muebles, obras de arte o pisos expuestos a la luz solar directa durante períodos prolongados, manteniendo así una atmósfera saludable en interiores al reducir los factores de riesgo asociados con la radiación ultravioleta.

4. Menos reflexión, más luz

La naturaleza reflectante que poseen la mayoría de los recubrimientos de baja emisividad les permite proporcionar iluminación natural al tiempo que minimizan el deslumbramiento, especialmente cuando el brillo excesivo puede interferir con las actividades laborales o de ocio como salas de lectura, aulas escolares, etcétera.

5. Cualidades de insonorización

Aunque son conocidos principalmente por sus propiedades de aislamiento contra la pérdida o ganancia de calor a través de las ventanas durante las diferentes estaciones; Los vidrios de baja emisividad también contribuyen a reducir los niveles de contaminación acústica externa. Esto se debe a que son más gruesos y están hechos de manera diferente a los tipos ordinarios, por lo que actúan como barreras adicionales para bloquear las ondas sonoras que ingresan a una habitación desde el exterior, lo que da como resultado ambientes más silenciosos dentro de los edificios.

En resumen

Optar por vidrio de baja emisividad en nuestras ventanas no solo las hace lucir bien durante todo el año, sino que también promueve opciones de estilo de vida sostenibles. De hecho, una inversión de este tipo mejora la eficiencia de la calefacción; reduce las facturas de energía; Protege los artículos contra la decoloración debido a la exposición prolongada bajo los rayos directos del sol, además de crear espacios habitables cómodos al amortiguar los sonidos no deseados. Ya sea que uno esté remodelando la casa en la que vive actualmente o construyendo otra en otro lugar completamente diferente, no puede haber demasiados beneficios asociados con este tipo de acristalamiento, aparte de los fines de embellecimiento, ya que sus ventajas se extienden más allá de la estética y también son amigables con la salud